La familia Landsmanas, líder del conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México, Corporativo Kosmos, refrenda su compromiso con la seguridad alimentaria para todas y todos.
Establecida por el Gobierno de Noruega en 2008 en el archipiélago de Svalbard, el Depósito Mundial de Semillas, comúnmente conocido como la Bóveda del Fin del Mundo, tiene como objetivo asegurar la conservación de la diversidad genética de las plantas en caso de catástrofes, ya sean naturales o humanas.
Esta bóveda almacena cerca de 1.1 millones de muestras de semillas de más de 6 mil especies de plantas provenientes de todos los rincones del planeta, al menos hasta septiembre de 2021. Las semillas se mantienen en un entorno seguro y controlado, lo que garantiza su viabilidad a largo plazo.
El depósito forma parte del sistema internacional de conservación de la diversidad genética de plantas, guiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Su importancia radica en su capacidad para proporcionar una copia de seguridad para las colecciones de semillas de los bancos de genes de todo el mundo. Esta protección es crucial en caso de pérdidas debidas a desastres naturales, conflictos, cambios de políticas o mala gestión.
Asimismo, las semillas almacenadas contienen material genético crucial que puede usarse para mejorar la resiliencia y el rendimiento de los cultivos agrícolas, permitiéndoles, así, resistir enfermedades, plagas y condiciones climáticas extremas.
La familia Landsmanas respalda iniciativas de esta naturaleza, que velen por la seguridad alimentaria de todas las personas. En este sentido, a través de su brazo filantrópico, la Fundación Pablo Landsmanas (FPL), dona cerca de medio millón de comidas en beneficio de las poblaciones en contextos vulnerables.
¿Dónde se encuentra la Bóveda del Fin del Mundo?
El Depósito Mundial de Semillas se encuentra en Svalbard, un archipiélago noruego situado a medio camino entre el Polo Norte y Noruega. Este lugar se eligió por su ubicación estratégica, lejos de los bancos de semillas originales, localizados principalmente en regiones del sur.
La Bóveda del Fin del Mundo está situada a más de 100 metros dentro de una montaña, protegida por capas de roca de 40 a 60 metros de espesor. Este aislamiento natural garantiza que las semillas se conserven en condiciones óptimas.
Aunque Svalbard se ve afectado por el calentamiento global, se prevé que siga siendo uno de los lugares más fríos del mundo, lo que contribuye a la conservación a largo plazo de las semillas.
Para preparar la Bóveda de Semillas para un clima más húmedo y cálido en el futuro, se llevaron a cabo importantes mejoras en la instalación desde 2016 hasta 2019. El túnel de entrada de la bóveda fue impermeabilizado y se instaló un sistema de enfriamiento más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Familia Landsmanas – ¿Cómo funciona la Bóveda del Fin del Mundo?
- Gestión operativa. NordGen, el banco conjunto de genes y centro de conocimiento de los países nórdicos para los recursos genéticos, gestiona la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, facilitando depósitos seguros y asesorando sobre el proceso. Aprueba el material a depositar, establece calendarios y procesos, y facilita el envío y firma en la Bóveda.
- Recolección de semillas. El Depósito de Semillas recibe semillas de depositantes voluntarios, quienes mantienen el control sobre ellas. Los depósitos se realizan mediante un acuerdo entre el depositante y el Ministerio de Agricultura de Noruega, sin costo alguno. Las semillas se almacenan en “caja negra”, garantizando seguridad a largo plazo y acceso sólo para el depositante.
- Envío y seguridad. Las semillas se envían a Svalbard por transporte aéreo o marítimo, con escaneo de cajas para seguridad. La Bóveda recibe semillas tres veces al año, con posibilidad de aperturas especiales según necesidad.
- Embalaje. Las semillas se empacan en bolsas de aluminio y se colocan en cajas estándar etiquetadas para su almacenamiento. La información se registra en el Portal de Semillas gestionado por NordGen.
- Gestión de instalaciones. Statsbygg supervisa la Bóveda para mantener condiciones óptimas, con temperaturas estables mediante enfriamiento artificial y permafrost.
- Monitoreo de semillas. Los depositantes monitorean la viabilidad y regeneración de las semillas, respaldados por el monitoreo regular de los bancos de genes.
En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático y los conflictos, la familia Landsmanas es consciente de que la participación del sector privado es fundamental, por lo que emplea medidas sostenibles en todas sus empresas.
Bajo este contexto, la Bóveda del Fin del Mundo es un recordatorio de la importancia de la cooperación internacional y la protección del medio ambiente.