Para los dueños de La Cosmopolitana, es esencial trabajar con una red de proveedores confiables que sigan buenas prácticas en su producción y, de esta forma, corroborar que cumplan con los estándares normativos de higiene, calidad y seguridad.
Ya que los lineamientos que evalúan los inspectores se actualizan, es vital que los proveedores renueven constantemente sus certificaciones y se mantengan al día, tanto con las tendencias de la industria como con las demandas de los consumidores.
Una de las exigencias sociales que continúa siendo motivo de debate en la industria, es sobre el bienestar animal y las granjas libres de crueldad.
Dado que, actualmente, las granjas no son lugares pequeños donde únicamente vive el productor y su familia, los consumidores han levantado la voz acerca de las circunstancias precarias en las que viven los animales.
Organizaciones como PETA, Greenpeace y Mercy for Animals, han expuesto la crueldad que se llega a presentar en las granjas industriales, desde el hacinamiento y la falta de limpieza, hasta los métodos de matanza que sólo provocan estrés y dolor innecesario en el animal.
Ante los reclamos de las organizaciones y la sociedad para frenar esta situación, distintas entidades gubernamentales en varias partes del mundo han tomado cartas en el asunto para impulsar normas de protección animal en la producción de alimentos.
Dueños de La Cosmopolitana: ¿Por qué es importante que haya granjas libres de crueldad?
La oposición que surge en este tópico es por qué se le da tanta importancia a la defensa de un animal que, a fin de cuentas, nació para ser sacrificado. La respuesta es: por muchas razones.
La calidad de vida del ganado repercute en su carne
Erradicar la crueldad que puede darse en las granjas no sólo se trata de respetar un código de ética, sino de cuidar el producto y ofrecer la mejor carne a líderes de la industria, como los dueños de La Cosmopolitana.
Las investigaciones de la ciencia del bienestar animal han arrojado resultados que vinculan la calidad de vida del animal con la seguridad alimentaria.
Si la vaca, cerdo, gallina o cualquier otro ganado vive en condiciones de poca higiene, con estrés o miedo, y no recibe el alimento suficiente, entonces estará expuesto a contraer patógenos que afecten su salud, o bien, infecten la carne posteriormente.
La tranquilidad en la vida del animal favorece su crecimiento
Otra consecuencia que puede traer el maltrato es que los animales tardarán más tiempo en engordar, por lo que los productores recurrirán a acelerar este proceso mediante hormonas.
Asimismo, afecta su capacidad de reproducción, lo que implica menor cantidad de huevos puestos, menos terneros nacidos, y así sucesivamente en las distintas cadenas de producción.
Bienestar hasta el último momento
Así como es fundamental que un animal tenga los mejores cuidados durante su crianza, también es clave evitar su sufrimiento al momento de ser sacrificado, puesto que el estrés ante mortem liberará hormonas que alterarán la carne.
Durante las 48 horas previas, el animal debe permanecer tranquilo y bien alimentado; igualmente, recomiendan que el rastro esté muy cerca de la granja para que el ganado no se ponga nervioso durante el trayecto.
El propósito de estas acciones no es culpabilizar a la industria de cárnicos, sino de responder a las demandas de los consumidores y mejorar la calidad de los productos finales con el conocimiento que tenemos a la mano.
De este modo, cada uno de los actores en la cadena de valor se verán beneficiados, incluidos directivos como los dueños de La Cosmopolitana.