Como una de las empresas más grandes de servicios de alimentación, los dueños de La Cosmopolitana y su equipo de trabajo garantizan que los productos servidos sean seguros para su consumo.
Una manera en la que los dueños de La Cosmopolitana lo hacen, especialmente con productos enlatados o empacados, es darles el almacenamiento y transporte adecuado dependiendo de las fechas de caducidad o consumo preferente que tengan.
¿Por qué es importante esta acción y cuál es la diferencia entre una fecha y otra?
Dueños de La Cosmopolitana: Diferencia entre caducidad y consumo preferente
Al ser consumidores, no solemos analizar con tanto detalle cuál es la manera adecuada de preservar o alargar la vida útil de los alimentos. Más que nada, nos fijamos en la fecha de caducidad que viene en el empaque y basamos nuestra compra en ese dato.
Sin embargo, la mayoría de las veces pensamos que una fecha de caducidad y una de consumo preferente significan lo mismo, lo que provoca que no consumamos o desperdiciemos alimentos que aún están en buen estado.
La fecha de caducidad es la que nos indica cuándo ya no es seguro comer un alimento, dado que puede estar generando microorganismos nocivos para nuestro bienestar. Esta información suele darse más en productos como los cárnicos o pasteurizados.
La fecha de consumo preferente señala hasta qué día o año el alimento conserva sus propiedades nutrimentales y su buen estado, siempre que no haya sido abierto el envase o empaque. Cuando pasa esta fecha, significa que el producto ha perdido algunas cualidades, pero todavía es seguro su consumo.
Alimentos como sopas, aceite, productos deshidratados o conservas son los que usualmente rigen su consumo por la fecha preferente; no obstante, algunas personas creen que si pasa del día estipulado ya no pueden comerlo, desechándolo y contribuyendo inconscientemente al desperdicio de alimentos.
La familia Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana, y otros líderes empresariales, así como bancos de alimentos, recomiendan a los consumidores conocer la diferencia entre una fecha de caducidad y una de consumo preferente para evitar tirar productos en buen estado.
Asimismo, hay que estar al pendiente de otros factores que pueden afectar la calidad de los alimentos, independientemente de las fechas, tal como:
- La temperatura de la despensa o almacén donde guarden los alimentos.
- El estado del envase o la lata. Si está abollado o inflado, debe desecharse de inmediato.
- Al abrir un empaque o envase, como el caso de los lácteos, hay que mantenerlo refrigerado.