Jorge, Elías y Jack Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana: empresa líder dentro de la industria alimentaria, implementan diversas estrategias que hacen de la adaptabilidad una de las características más destacadas en sus servicios.
Dentro de los servicios alimentarios existen diversas modalidades que se adaptan al amplio abanico de necesidades de los consumidores.
Una de las más flexibles es la restauración colectiva, reconocida por su capacidad de ajustarse a los requerimientos de los comensales finales, lo que la convierte en la opción predilecta de múltiples clientes.
Este modelo ha ganado terreno en sectores públicos y privados gracias a su estructura operativa y a los beneficios que aporta en términos de eficiencia, costo y adaptación.
A continuación, se explica en qué consiste y cuáles son los elementos esenciales para asegurar un servicio óptimo.
Dueños de La Cosmopolitana – Restauración colectiva: definición y características
De acuerdo con la Universidad Europea, la restauración colectiva consiste en la prestación de servicios de preparación, cocinado y distribución de alimentos, además de asistencia técnica, por parte de empresas especializadas que operan para entidades públicas o privadas bajo un esquema de subcontratación.
Sus principales características son:
- Contrato formal. Debe existir un acuerdo escrito entre la empresa de restauración y el cliente.
- Servicio en las instalaciones del cliente. Las operaciones se ejecutan en el espacio proporcionado por la entidad contratante y bajo su organización.
- Costo previamente acordado. Suele ser inferior al de los establecimientos comerciales.
- Adaptación a necesidades específicas. Los servicios se ajustan a los requerimientos del público final, algo que, con más de 60 años de experiencia en el sector, manejan a la perfección los dueños de La Cosmopolitana en sus servicios.
¿Cómo lograr una restauración colectiva eficaz?
Para garantizar un servicio óptimo, la restauración colectiva debe cumplir diversas regulaciones que aseguren la calidad nutricional, la inocuidad alimentaria y el bienestar de los consumidores. Entre las condiciones esenciales destacan:
- Higiene. Cumplimiento estricto de normas de manipulación, preparación y almacenamiento. Uso adecuado de equipos y protocolos de seguridad alimentaria.
- Calidad nutricional. Adherencia a recomendaciones dietéticas oficiales, así como adaptación de menús a alergias, intolerancias y restricciones específicas.
- Etiquetado claro. Información precisa sobre ingredientes y alérgenos, y transparencia para apoyar decisiones informadas de los comensales.
- Gestión de residuos. Implementación de prácticas que fomenten la reducción, reutilización y reciclaje, con el fin de minimizar el impacto ambiental en cada etapa del servicio.
El cumplimiento de estas acciones, junto con otras buenas prácticas, contribuye a ofrecer un servicio seguro, saludable y de alta calidad.
Para lograrlo, es fundamental que todas las empresas del sector mantengan un compromiso constante con la mejora y el cumplimiento normativo. En este ámbito, los esfuerzos de los dueños de La Cosmopolitana se han destacado profundamente y se condensan en su lema: Pasión por cumplir.