Jorge, Elías y Jack Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana, cuentan con una estrategia integral para evitar la pérdida y el desperdicio alimentario a lo largo de todas sus operaciones.
La FAO estima que entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano se pierde o desperdicia. Esto equivale a mil 300 millones de toneladas, cantidad suficiente para alimentar a 2 mil millones de personas.
En el caso de América Latina y el Caribe, se genera el 6% de las pérdidas y el 15% del desperdicio global, a pesar de que 47 millones de personas viven con hambre.
Frente a esta contradicción, reducir el desperdicio de alimentos se vuelve urgente desde todos los sectores sociales.
Pero ¿qué se entiende exactamente por desperdicio?, ¿qué soluciones existen?, ¿y qué acciones concretas pueden implementarse desde el hogar? Aquí tratamos estos temas.

Dueños de La Cosmopolitana – ¿Qué es el desperdicio de alimentos?
Según la FAO, la pérdida alimentaria refiere a la disminución de alimentos destinados al consumo humano durante las fases de producción, postcosecha, almacenamiento y transporte.
Por otro lado, el desperdicio de alimentos se origina cuando alimentos aún aptos para consumo se descartan por decisión de vendedores mayoristas, minoristas, servicios de comida o consumidores.
Este fenómeno trae efectos negativos, siendo los principales:
- Reducción de la disponibilidad local y mundial de alimentos.
- Disminución de ingresos para productores.
- Aumento de precios para consumidores.
- Uso ineficiente de recursos como agua, energía y suelo.
- Emisión de gases de efecto invernadero por descomposición y transporte.
Estas consecuencias afectan profundamente la sostenibilidad alimentaria y el medio ambiente.
Bancos de alimentos contra el desperdicio
Una de las estrategias más efectivas para combatir el desperdicio es la donación de alimentos a través de bancos especializados. Su funcionamiento se estructura en cuatro etapas principales:
- Recolección. Recepción de alimentos excedentes provenientes de hoteles, restaurantes, supermercados y productores. Los productos deben estar en buen estado y ser aptos para consumo.
- Almacenamiento inmediato. Conservación adecuada para evitar el deterioro y prolongar la vida útil.
- Clasificación de donaciones. Separación de alimentos totalmente aprovechables; identificación de productos que deben consumirse de inmediato; y descarte de aquellos que no son aptos para consumo.
- Distribución. Entrega de alimentos seguros a poblaciones vulnerables mediante organizaciones autorizadas.
Los bancos de alimentos no solo reducen el desperdicio, sino que fortalecen la seguridad alimentaria y promueven un uso más eficiente de los recursos.
Ante este hecho, los dueños de La Cosmopolitana, empresa con más de 60 años de experiencia dentro de la industria, se aliaron desde 2018 con AMA Banco de Alimentos. En conjunto, han logrado rescatar y redistribuir más de mil 564 toneladas de alimentos.
¿Cómo combatir el desperdicio desde casa?
Según el Índice de Desperdicios de Alimentos 2021 del PNUMA, en 2019 se desperdiciaron 931 millones de toneladas, de las cuales el 61% provino de hogares, los mayores responsables.
Factores como el deterioro, la preparación excesiva, las compras desmedidas o la confusión con las fechas de caducidad contribuyen al problema. Ante esto, algunas acciones para reducir el desperdicio en casa incluyen:
- Llevar un inventario actualizado de despensa y refrigerador.
- Clasificar alimentos según su duración para priorizar su consumo.
- Revisar fechas de caducidad y utilizar primero los productos próximos a vencer.
- Planificar menús para optimizar compras y evitar visitas innecesarias al supermercado.
- Aprovechar sobras para preparar comidas del día siguiente.
- Consumir primero las sobras antes de cocinar algo nuevo.
- Donar alimentos en buen estado a conocidos o a un banco de alimentos.
- Elaborar composta cuando el desecho sea inevitable.
Las consecuencias del desperdicio alimentario son profundas y afectan tanto al medio ambiente como a la seguridad alimentaria global. Con pequeñas acciones cotidianas, cada hogar puede contribuir a disminuir un problema que involucra a toda la sociedad.
En el caso del sector privado, los dueños de La Cosmopolitana se han posicionado como un ejemplo de liderazgo empresarial responsable y eficiente ante esta problemática, integrando prácticas como la gastronomía sostenible y sistemas que optimizan al máximo sus inventarios.
