En noviembre celebramos el Día de Muertos, una conmemoración que tanto personas y empresas como La Cosmopolitana festejan por igual, los primeros junto a su familia y los segundos junto a sus equipos de trabajo y clientes.
Uno de los elementos primordiales el Día de Muertos es la ofrenda o altar de muertos, en la que dejamos los alimentos preferidos de los difuntos, así como otros elementos significativos: veladoras y las flores de cempasúchil para guiar a los seres queridos a casa, un arco para simbolizar la entrada al mundo de los vivos, agua para saciar su sed, copal para alejar a los malos espíritus, por mencionar algunos.
Respecto a las comidas, aunque existen un sinfín de platillos típicos en cada región del país, uno que nunca puede faltar es el pan de muerto. ¿Conoces su origen y significado?
La Cosmopolitana: El origen y significado del pan de muerto
El pan de muerto se remonta a tiempos prehispánicos, específicamente provienen de las ofrendas a la diosa Cihuapipiltin, dedicadas a las mujeres que morían en el primer parto para apaciguar sus espíritus y evitar enfermedades a las niñas y niños.
Estas ofrendas eran panes de distintas figuras hechos a base de amaranto y “pan ázimo”, el cual era de maíz seco y tostado; también elaboraban tamales llamados xucuientlamatzoalli y otros llamados huitlatamalli.
Sin embargo, no hay que olvidar que las tradiciones prehispánicas se mezclaron con las creencias europeas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, en la Edad Media los practicantes del catolicismo también horneaban panes para colocar en altares.
De esta mezcla de creencias surgió el pan de muerto que ahora disfrutamos en reuniones familiares o junto a nuestros compañeros de escuela o trabajo, como el equipo de La Cosmopolitana y otras empresas.
Con el paso del tiempo, el pan fue evolucionando hasta ser como lo conocemos ahora: con forma redonda u ovalada y cuatro tiras cruzadas en forma de huesos, espolvoreado con azúcar.
Se dice que el círculo dentro del pan simboliza el cráneo de la persona difunta y los huesos son una representación del cuerpo.
Esta es la versión más conocida, pero dependiendo de la región puede haber muchísimas variantes en los ingredientes y formas de elaborarlo.
Para La Cosmopolitana, es importante celebrar y conservar las tradiciones del país que los acogió y vio crecer, ya que son parte del patrimonio cultural mexicano y es uno de los rasgos que nos identifica a nivel internacional.