La familia Landsmanas, líder del conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México, Corporativo Kosmos, vela por el bienestar de la comunidad migrante en el país.
De acuerdo con el último reporte de ACNUR, cerca de 120 millones de personas en el mundo han tenido que abandonar sus hogares a causa de conflictos, crisis humanitarias, hambre, violaciones de derechos humanos o desastres naturales. Estas situaciones extremas obligan a las personas a buscar refugio en otros lugares, con la esperanza de encontrar seguridad y una vida digna.
En México, los migrantes tienen derechos fundamentales como el derecho a no ser discriminados, el derecho al asilo y el derecho a la dignidad humana, conforme a la Constitución Mexicana y varios acuerdos internacionales.
Esta es una situación particularmente importante, ya que México es tanto un país de tránsito como de destino para los migrantes.
En este contexto, los albergues para migrantes son esenciales para garantizar su bienestar. Un albergue para migrantes es un lugar que proporciona servicios y apoyo a personas vulnerables, especialmente a aquellos en tránsito o desplazados.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana de Emergencia NOM-EM-001-SSA3-2010, los albergues tienen como objetivo promover la integración social y productiva de los migrantes, evitando generar una dependencia institucional permanente. Estos lugares ofrecen un alivio necesario para quienes han realizado largos y difíciles viajes en busca de un mejor futuro.
Los albergues son vitales para la supervivencia y el bienestar de los migrantes. Brindan un refugio seguro y protección para aquellos que están cansados, enfermos o que han sido víctimas de violencia.
En estos espacios, los migrantes pueden descansar, recibir atención médica, bañarse y vestirse adecuadamente. Además, los albergues ofrecen asesoría jurídica y sobre derechos humanos, ayudando a los migrantes a restablecer su seguridad personal, su autosuficiencia y su dignidad, elementos esenciales para su integración y recuperación.
Albergues para migrantes en México
La historia de los albergues para migrantes en México se origina en la primera mitad del siglo XX, cuando el país acogió a grupos de diversas nacionalidades como exiliados o refugiados, quienes recibieron apoyo gubernamental para reconstruir sus vidas.
En la década de los ochenta, iniciativas religiosas como la experiencia de Márquez de Comillas proporcionaron principalmente apoyo eclesiástico.
A partir de los años noventa, el gobierno mexicano ha establecido estaciones migratorias y más recientemente, albergues y centros integradores, con el objetivo de enfrentar los retos del tránsito migratorio y la permanencia de solicitantes de asilo que esperan la resolución de su situación en Estados Unidos.
Sin embargo, en la actualidad, los albergues para migrantes en México dependen en gran medida de los esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil.
Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), México cuenta con aproximadamente 103 albergues y comedores administrados por organizaciones civiles y la Iglesia católica, que atienden a migrantes retornados o en tránsito.
Estos albergues están repartidos por todo el país, con una alta concentración en áreas con gran afluencia migratoria. Baja California tiene 23 albergues, principalmente en Tijuana y Mexicali; Chiapas cuenta con 13, concentrados en Tapachula; y Sonora dispone de varios, especialmente en Nogales y Agua Prieta.
Estos lugares brindan refugio, alimentos, atención médica y asesoría jurídica a migrantes en situación de vulnerabilidad.
La familia Landsmanas une esfuerzos con albergues para migrantes
Mediante la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn, la Fundación Pablo Landsmanas (FPL), el brazo filantrópico de la familia Landsmanas, en colaboración con la Casa del Migrante Arcángel Rafael en Iztapalapa, Ciudad de México, implementó durante tres meses un programa piloto para el Modelo de atención a niños, niñas y adolescentes no acompañados, mejorando así los servicios disponibles para los residentes.
Además, la FPL apoyó a la Fundación Scalabrini de México A.C y su Red de Casas Migrantes para asegurar que las personas en tránsito temporal o permanente en México puedan ejercer sus derechos y viajar de manera segura.
Para alcanzar estos objetivos, la familia Landsmanas, a través de la FPL, donó computadoras para equipar la Casa del Migrante Arcángel Rafael en Iztapalapa y la Casa del Migrante Arcángel Rafael II en Ecatepec, Estado de México.
Fue gracias a este trabajo conjunto que esta iniciativa amplía la atención que se ha estado proporcionando durante aproximadamente un año, demostrando su capacidad para atender integralmente a esta población.