Familia Landsmanas – ¿Cómo apoyar a niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados?

Para la familia Landsmanas la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn – Anáhuac en niños migrantes no acompañados representa un paso importante hacia la generación de un modelo de atención que coadyuve a cubrir estas necesidades y que les brinde apoyo integral y seguro. 

La violencia, la pobreza y el acceso limitado a servicios sociales y a una educación de calidad afectan la vida de niñas, niños y adolescentes en Latinoamérica, en particular de México y algunos países de Centroamérica. Esto los obliga a tomar la difícil decisión de dejar sus países. 

En muchos casos los niños transitan solos por México hacia la frontera de Estados Unidos para reunirse con familiares que viven en aquel país o buscando una vida mejor. 

Los niños y niñas migrantes son vulnerables a situaciones que pueden violentar sus derechos como: 

  • Ser detenidos 
  • Estar expuestos al crimen organizado
  • Sufrir violencia y discriminación
  • Pasar hambre y frío 
  • No tener acceso a servicios de salud

Casa Betania une alianzas con la familia Landsmanas 

Dentro del programa piloto de atención especializada en niñez y adolescencia en situación de movilidad, Casa Betania desempeña un papel fundamental como un espacio seguro y de apoyo para niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados. Esta institución se ha sumado a los esfuerzos por brindarles una atención integral, ofreciéndoles un lugar donde puedan encontrar resguardo, cuidado y acompañamiento durante su tránsito por México.

Este albergue ha sido seleccionado como parte del programa piloto liderado por la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn – Anáhuac debido a su trayectoria y experiencia en el apoyo a personas migrantes, así como su historial de colaboración con la familia Landsmanas. Por lo que su compromiso y dedicación hacia esta población vulnerable lo convierten en un referente en la atención a niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados.

Para este programa piloto, como se mencionó anteriormente, Casa Betania ha adaptado sus servicios y recursos para satisfacer las necesidades específicas de esta población migrante. Es decir, se ha implementado un enfoque multidisciplinario que abarca aspectos médicos, psicológicos, legales y sociales, con el objetivo de proporcionar una atención integral y especializada.

Familia Landsmanas contribuye al bienestar de las infancias migrantes 

La situación de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados requiere de la participación activa y solidaria de toda la sociedad para lograr mejoras significativas. Por lo que es necesario un esfuerzo conjunto que involucre a diferentes actores para brindar un apoyo integral a esta población vulnerable, como Casa Betania, la Cátedra y la familia Landsmanas.  

En primer lugar, es fundamental crear conciencia y sensibilizar a la sociedad sobre la realidad y los desafíos que enfrentan estos menores migrantes. La difusión de información precisa y objetiva puede ayudar a generar empatía y comprensión, rompiendo estereotipos y prejuicios, que a menudo, rodean este tema. Es por ello que la Cátedra juega un papel importante en la divulgación de historias de vida y testimonios que ilustran las dificultades y necesidades de estos jóvenes, promoviendo así un mayor entendimiento y empatía en la sociedad.

La sociedad puede apoyar a través de donaciones y voluntariado en organizaciones como Casa Betania y Casa Migrante Arcángel Rafael; estas instituciones dependen en gran medida del apoyo financiero y de recursos humanos externos para llevar a cabo sus programas y brindar una atención especializada. Donar tiempo, recursos materiales o habilidades específicas puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de los menores migrantes. La participación activa de la sociedad es una muestra de solidaridad y compromiso con esta causa.