La familia Landsmanas, líder del conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México, Corporativo Kosmos, se posiciona a favor de una reinserción social integral y efectiva.
De acuerdo con el artículo Derechos humanos, reinserción social y justicia restaurativa en México de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la reinserción social es entendida como un proceso sistemático de acciones orientado a favorecer la integración a la sociedad de una persona que ha sido condenada por infringir la ley penal.
Las acciones que abarcan la reinserción social, como la participación en actividades educativas, laborales, culturales, deportivas y recreativas, junto con el apoyo de diversas disciplinas, tienen como objetivo abordar los diversos factores que han contribuido al comportamiento delictivo de una persona. El propósito es reducir las posibilidades de reincidencia y fomentar comportamientos positivos hacia la sociedad.
La reintegración social comienza durante el período de cumplimiento de la condena y continúa después de que la persona regresa a la comunidad. Se enfoca en el desarrollo de habilidades individuales, sociales y laborales, así como en fortalecer los aspectos protectores que facilitan la integración a la sociedad.
La reinserción social abarca distintos tipos de intervenciones, como:
- Las dirigidas a una medida alternativa. Abarcan procesos de justicia restaurativa, tratamientos específicos y la imposición de sanciones que tienen como objetivo mejorar la comunidad en lugar de someter a los individuos a los efectos del encarcelamiento.
- Las implementadas en centros penitenciarios. Se realizan durante el cumplimiento de la condena, con el propósito de equipar a las personas con las herramientas necesarias para su reintegración exitosa a la sociedad una vez que han recuperado su libertad.
Por otra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destaca que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar una reinserción social efectiva, que no sólo se limita al tiempo de encarcelamiento, sino que continúa después de la liberación. Esto implica asegurar que las personas puedan ejercer plenamente sus derechos, su libertad y su desarrollo personal, con un enfoque en la prevención social.
¿Qué características debe tener un programa de reinserción social exitoso?
La familia Landsmanas reconoce las características esenciales de un programa de reintegración efectiva establecidas por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que son:
- Involucramiento activo y compromiso de la comunidad en la planificación y ejecución de la intervención, promoviendo un sentido de pertenencia sólido.
- Enfoque en las preocupaciones de seguridad pública de la comunidad o área de implementación.
- Atención específica a grupos individuales que han cometido delitos y a los desafíos particulares que enfrentan.
- Sensibilidad hacia las diferencias de género.
- Utilización de métodos rigurosos para evaluar las necesidades y factores de riesgo.
- Fomento de la responsabilidad personal al hacer que los individuos sean responsables de sus decisiones y acciones.
- Inicio temprano y seguimiento continuo durante la transición y estabilización de la persona en la comunidad, con un enfoque en la continuidad.
- Coordinación de esfuerzos entre diversos actores involucrados, como organizaciones civiles, agencias gubernamentales y empresas, para garantizar una prestación clara y oportuna de servicios.
- Evaluación constante para mejorar los programas y mantener la responsabilidad ante la comunidad en cuanto a la reducción del delito.
La familia Landsmanas contribuye a la reinserción social
La formación laboral implica adquirir y mejorar conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para desempeñar un trabajo de manera efectiva. Para aquellos en prisión, la formación laboral es crucial para alcanzar la reintegración, ya que brinda la oportunidad de mejorar sus perspectivas de reintegración a la sociedad.
La familia Landsmanas, a través de su brazo filantrópico, la Fundación Pablo Landsmanas, ha contribuido a la reintegración de más de mil 300 reclusos. Una de sus acciones para lograr este objetivo es ofrecerles empleo remunerado dentro de las instituciones penitenciarias.
Esta iniciativa asegura a los internos un ingreso que cubra sus necesidades básicas, les brinda la oportunidad de adquirir nuevas habilidades y les facilita encontrar trabajo una vez que hayan cumplido su condena.