En el contexto actual, para la familia Landsmanas, es de suma relevancia el reconocimiento de todas aquellas personas que sucumbieron o se vieron afectadas por hechos trágicos que nacen desde la discriminación y los discursos de odio.
A casi 80 años del genocidio contra la comunidad judía conocido como el Holocausto, suscitado durante la Segunda Guerra Mundial, sus estragos aún son palpables, tanto para los sobrevivientes, como para la población en general.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), fueron alrededor de seis millones de judías y judíos víctimas de este genocidio, mientras que cerca de 355 mil 278 tuvieron que abandonar sus hogares, con el fin de alejarse de los atroces actos cometidos por los nazis.
Desde el año 2006, cada 27 de enero se conmemora el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la Resolución A/RES/60/7. La elección de la fecha se debe a que ese día, pero de 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
Con esto, se busca generar conciencia en torno al suceso, así como rescatar la memoria histórica, para evitar la repetición de los actos cometidos durante el Holocausto. Asimismo, condenar y realizar acciones en contra del antisemitismo, el racismo y toda forma de intolerancia y discriminación que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.
En este sentido, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) apela a los gobiernos de todos los países y a la población en general a tomar la responsabilidad colectiva de abordar los traumas remanentes, mantener medidas que permitan una conmemoración eficaz, cuidar de los lugares históricos y promover la educación, la documentación y la investigación.
Conscientes de lo anterior, la familia Landsmanas se suma al llamado y a las recomendaciones hechos por el Fondo y otros organismos nacionales e internacionales, como la CNDH y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quienes advierten que los genocidios y otros crímenes siguen ocurriendo alrededor del mundo.
Esto implica emprender medidas como la educación sobre las causas, consecuencias y dinámicas de tales delitos y el fortalecimiento de la resiliencia de las y los jóvenes contra las ideologías de odio.
La familia Landsmanas brinda ayuda a víctimas del Holocausto
La familia Landsmanas, a través de su organización filantrópica, la Fundación Pablo Landsmanas, se dedica a atender las necesidades de las personas en situaciones de vulnerabilidad, desde su creación en 2016, bajo el lema “Por ti, por ellos, por México”.
Procurar el bienestar por igual de toda la población, a través de sus cinco ejes de acción: alimentación, educación, salud, desarrollo sustentable y atención humanitaria, es sin duda el móvil de su labor.
No obstante, la atención a víctimas del Holocausto se erigió como crucial, pues es también una forma de honrar a Pablo Landsmanas, fundador de lo que hoy es Corporativo Kosmos y abuelo de su director general, Jack Landsmanas. Éste nació en Lituania, uno de los países con gran presencia judía, que sufrió los estragos del nazismo.
En colaboración con el Museo Memoria y Tolerancia, recinto enfocado en visibilizar y crear conciencia alrededor de las víctimas del Holocausto, la fundación sensibiliza sobre las repercusiones del genocidio, así como de las situaciones que pueden dar pie a crímenes de odio.
Asimismo, ha brindado su apoyo a la Fundación Instrumentos de la Esperanza, que tiene por objetivo buscar instrumentos musicales relacionados con el Holocausto para honrar a las víctimas.
Por otro lado, contribuyó a la publicación del libro Mujer: técnica mixta, que recopila en sus páginas obras plásticas, textos y fotografías que cuentan la historia de 100 mujeres judías, con el fin de destacar la importancia de su participación en la sociedad.