La Cosmopolitana, destacada empresa en la industria alimentaria en México emplea tecnología de punta en su proceso de producción, con el objetivo de llevar los mejores alimentos a sus clientes y comensales.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define a los microorganismos como seres vivos que, debido a su tamaño, únicamente pueden ser percibidos a través de un microscopio.
Este conjunto de organismos está compuesto de manera heterogénea y se caracterizan por ser unicelulares, aunque hay excepciones; poseer una composición biológica elemental; y reproducirse en ambientes húmedos y a altas temperaturas. Los tipos de microorganismos pueden dividirse en: bacterias, hongos, virus y algas unicelulares.
Es común que los microorganismos se relacionen con enfermedades o efectos negativos. No obstante, gran parte de ellos no son perjudiciales e incluso hay algunos que son vitales para el planeta, al contribuir al ciclo de la materia, el equilibrio de la biosfera, la absorción del dióxido de carbono, la emisión de oxígeno y la descomposición de la materia orgánica.
En el caso particular de los alimentos, estos suelen remitir a un estado de descomposición, sin embargo, juegan un papel benéfico en muchos casos. Por esta razón, pueden dividirse en:
- Deteriorantes. Se trata de microorganismos que alteran el color, olor, sabor y textura de los alimentos. No causan enfermedades.
- Patógenos. Por el contrario, este tipo de microorganismos no alteran las características organolépticas del alimento, pero pueden causar enfermedades para aquellos que los consumen.
En este sentido, son muchos los organismos microscópicos que se emplean en el proceso de producción de una gran variedad de alimentos. La Cosmopolitana, empresa que cumple con toda la normativa en cuanto a calidad e higiene, está a favor del uso de este tipo de herramientas biotecnológicas, siempre en apego a la legislación en la materia.
La Cosmopolitana – ¿Qué procesos de la industria alimentaria requieren de microorganismos?
Las empresas dedicadas a la producción y distribución de alimentos, como La Cosmopolitana, emplean estos procesos biotecnológicos para llegar a los productos alimenticios deseados.
No cualquier tipo de hongo o bacteria puede ser usado con este fin, sino que debe de reunir una serie de características: que el tamaño de las células sea reducido, para facilitar el intercambio de sustancias con el entorno; estar disponible en cultivo puro; ser genéticamente estable; y crecer en cultivos a gran escala y de manera rápida, con el fin de obtener el producto deseado en un corto periodo de tiempo.
Los procesos que implican el uso de microorganismos más comunes son:
- Fermentación. En éste se utilizan a los organismos para convertir azúcares en alcohol o ácidos ingeribles. Se emplea en la producción de pan, yogurt, queso, entre otros.
- Conservación. Hay bacterias, como aquellas que generan el ácido láctico, que son utilizadas para conservar alimentos.
3. Mejora del sabor y la textura. Bajo ciertos métodos, hongos y bacterias, como la levadura, se usan para mejorar características de ciertos insumos.