Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que lanzamos a la atmósfera no sólo empeoran la calidad del aire, sino que también impactan en la salud de los océanos. Por ello, en La Cosmopolitana cuidan que todos sus procesos sean amigables con los océanos y el medio ambiente.
En los últimos años, el compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente ha mejorado, los retos son numerosos y uno de ellos tiene que ver con la contaminación de los océanos– siendo especialmente preocupante la presencia de plásticos– y su acidificación.
¿Cómo se produce la acidificación?
La acidificación de los océanos se produce cuando, a través de un conjunto de reacciones químicas, el agua del mar absorbe CO2. Como apunta el propio programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en un artículo, esto tiene su parte positiva y es que, de no producirse la presencia de CO2 en la atmósfera sería un 39% superior, lo que impulsará aún más el cambio climático.
Por tanto, la reducción de este problema va de la mano de la reducción de emisiones y sólo puede abordarse de manera global, lo que dificulta la búsqueda de soluciones y la toma de decisiones.
¿Cuáles son las consecuencias de la acidificación de los océanos?
● Disminución en la cantidad de iones carbonato en el agua, un elemento necesario para la formación de esqueletos y las conchas de ciertos animales marinos. Por tanto, está situación podría afectar a su desarrollo y capacidad de reproducción, lo que pone en peligro a las poblaciones marinas.
● Un amplio descenso en las poblaciones de peces y crustáceos a causa de la acidificación impacta gravemente en una de las principales fuentes de proteínas para millones de personas en el mundo. Como consecuencia se pondría en peligro el medio de vida de cerca de 47.5 millones de pescadores y de una industria que emplea a otros 120 millones de personas.
La Cosmopolitana – ¿Cuál es la solución para evitar la acidificación?
A nivel global es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera que son consecuencia directa de las actividades humanas. Por ello, La Cosmopolitana apoya diferentes procesos como la transición energética y la descarbonización, ya que es una forma de disminuir los gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad de carbono.
En concreto, según Oceana, para que los océanos recuperen la normalidad se deben estabilizar las concentraciones de CO2 en 350 ppm o menos, lo que implicaría disminuir las emisiones globales en un 80% o 90% antes de 2025.
Para La Cosmopolitana este objetivo sólo se logrará a través de un cambio a gran escala que sustituya de forma masiva los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables.